Mis sesiones infantiles están pensadas para capturar ese brillo especial que tienen los niños cuando son ellos mismos: jugando, soñando, sintiendo.
Ya sea con un enfoque natural o con un toque más artístico, mi objetivo es el mismo: que esas fotos se sientan como un pequeño tesoro familiar.
Estas sesiones requieren preparación, así que lo ideal es que me contactes al menos con 3-4 semanas de antelación.
Para bloquear tu fecha y comenzar a preparar la sesión, solo necesitas dejar una señal que se descuenta del precio final.
Cuéntame cómo es tu peque, qué le gusta, si tienes una idea especial… Cuanto más sepamos, más personal será la sesión.
El día de la sesión tú solo relájate. Yo me encargo de crear el ambiente y guiar todo con calma. Tu peque es el protagonista.